Viernes 25 de Enero de 2019

El director teatral estadounidense Tim Robbins, que llegó a Argentina para presentar “The New Colossus” junto al The Actors’ Gang Ensemble en el Anfiteatro de Parque Centenario como apertura del Festival Internacional de Buenos Aires (Fiba), declaró que su esperanza “es el público y eso me alienta”.

Robbins, destacado actor de cine que se caracteriza por sus posiciones radicales, como su ex esposa Susan Sarandon, recordó que ya estuvo en la Argentina para una edición del Festival de Cine de Mar del Plata y presentó la obra “1984” en el teatro San Martín, en 2012.

Respecto de su permanencia actual en Buenos Aires, aseguró que desde hace un mes estuvo viajando por Sudamérica. “Fue increíble; no lo hago como turista, es un viaje de trabajo, pero tengo que relajarme un poco, y ahora estoy muy entusiasmado de estar acá, en el Fiba”. “El teatro es un lugar en el que podés pedirle a la gente que apague su celular y experimente sensaciones”, afirmó.

El núcleo de “The New Colossus” es el tema migratorio y recordó cómo surgió la idea de esa obra. “Tres años atrás estuve en un workshop en Texas, sobre la gente que se tiene que ir de sus hogares; a veces los vemos como una imagen en los informativos y es una forma tan inhumana de describirlos, tan irreal… Estados Unidos se siente superior a otros pueblos, pero sin embargo fue creado por gente de todo el mundo; ese concepto desilusiona. Por eso tengo una compañía con actores de todas partes del mundo y algunos tienen el inglés como segunda lengua; esta obra es una gran oportunidad para hablar esos otros idiomas”.

Según explicó el actor de filmes como “Un día perfecto”, “Linterna verde”, “La guerra de los mundos” y “Vidas cruzadas”, entre muchos otros, el sentido de su obra apunta a lo mejor de la naturaleza humana. “El corazón humano es capaz de ayudar, perdonar y amar, aunque en lo abstracto la gente parece desconfiar más. Es una de las mejores cosas que tiene el teatro: junta a extraños y los hace experimentar como si fueran una comunidad. Es lo bueno del arte, es su poder”.

Para el actor y director, esta nueva visita a Buenos Aires es motivo de orgullo. “Estoy muy orgulloso de que me hayan convocado y que muchos entiendan que la historia de mi país es muy parecida a la de Sudamérica y que también tiene una historia muy similar a la del resto del mundo. Mi esperanza es el público, eso me alienta. ¿Por qué creés que la gente se olvida de que estos países son de inmigrantes? Porque se quiere sentir segura y apropiarse de una identidad; eso pasa en lugares en los que no hay diversidad. Si vas a Nueva York o a una ciudad con población muy diversa, siempre sos bienvenido y la gente vive en ese milagro de la democracia. Cuando la población se encierra tiende a no confiar en gente de otros países, pero cara a cara la gente es muy amable. Incluso en una comunidad alejada del resto de las culturas, en momentos de desastres o accidentes, cuando la gente necesita ayuda, las personas se olvidan de las diferencias y se ayudan; creo que las divisiones son manipulaciones del juego político”.

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